EL MÉTODO PILATES

El método Pilates es un tipo de ejercicio que se basa en una gran concentración y una rigurosa respiración. Desarrolla un preciso trabajo de toda la musculatura, tanto la periférica, habitual en los movimientos físicos, como la más profunda, más difícil de controlar. Fue creada a comienzos del siglo XX y toma preceptos del yoga, las artes marciales y el fisioculturismo. Esta disciplina estuvo restringida durante mucho tiempo al mundo de la danza pero en los últimos años se ha popularizado.

Origen del método Pilates

El método Pilates fue originalmente denominado Contrología por su creador, Joseph Pilates, que concibió esta disciplina como una manera de coordinar cuerpo y mente para ser conscientes de los movimientos que realizamos. De esta forma, el objetivo es conseguir un completo control del cuerpo, y conseguir esa coordinación incluso en las actividades que realizamos de forma inconsciente.

Un ejemplo muy claro es la higiene postural. En las clases de pilates se aprende a mantener una postura correcta que no dañe nuestra  espalda y se practica de forma consciente durante los ejercicios. Llega un momento en el que interiorizamos esas buenas posturas, y las practicamos no solo en el aula, sino también de forma inconsciente en otros momentos del día. Muchas personas, de hecho, afirman que después de unos meses de práctica se sienten ‘más altas’, como si se hubieran estirado, algo que no es más que un efecto de mantener una postura menos nociva para la columna.

 

Beneficios de practicar pilates

Además de ser un método muy recomendable para mantener una buena forma física, es especialmente eficaz para combatir el dolor de espalda, el  estreñimiento y el estrés.

Una de las ventajas de esta disciplina es que es asequible para todo el mundo, pues sus ejercicios se pueden practicar en diferentes intensidades. De esta forma, desde deportistas de élite hasta personas con movilidad reducida se pueden beneficiar de su práctica.

Los beneficios del pilates son muy variados: aumenta la flexibilidad, corrige problemas posturales, mejora la coordinación, aumenta la resistencia física y mental, alivia los dolores musculares y, como todos los deportes, aumenta el bienestar y la relajación de quien los practica.